Hola, somos
Merche y Silvia
Proveedoras de energía universal.
reiki
Estamos aquí para enseñarte cómo vencer tu ansiedad, aliviar tu dolor y mejorar tu bienestar general tal y como nosotras lo hicimos.
Estuve 14 años en la unidad de dolor haciéndome pruebas muy invasivas y tomando unos medicamentos que llegaron a provocarme visiones, ausencia de la realidad, pérdida de memoria y principio de depresión.
Cada vez el dolor era más insufrible y llegó un momento en que me aumentaron las dosis afectándome a mi físico y a mi psiquis.
Empecé haciendo respiración consciente para ver si así se mitigaba el dolor pero en cuanto volvía a mi vida cotidiana volvía el sufrimiento.
Tuve un accidente fortuito y durante el tiempo de recuperación de éste, el dolor iba “in crescendo”.
Ahí empecé a ser consciente de que lo que me ocurría no era “normal” ¿Qué tenía que ver? ¿De qué tenía que darme cuenta?
En rehabilitación del hospital había un “ángel” que era quien me hacía los ejercicios y viendo que yo no mejoraba y que cada vez tenía mas y mas dolor, me habló de una terapia poco conocida entonces pero que era muy efectiva.
Era Ho’oponopono. Empecé a estudiarlo y aplicarlo en mí.
También me interesé por algo que oía que era como la «historia del alma», una biblioteca en la que estaba toda la información del Universo. Empecé a indagar y me enamoré de los registros akáshicos.
Empezaba a estar mejor, pero ya no sabía qué más hacer para mejorar con lo que me pasaba.
Un día una muy buena amiga me habló de Reiki.
Al principio no hice mucho caso, pero luego con la desesperación de querer estar mejor, me incribí a un curso.
El Reiki me ayudó tanto que hice el resto de cursos, me hice Maestra de Reiki e incluso me federé.
También acabé toda la formación en Ho’oponopono.
Veía y acudía a conferencias y charlas de personas que habían superado el dolor y enfermedades, empecé a leer sobre cómo los pensamientos son capaces de cambiar nuestra vida y a su vez la energía que emitimos cambiando así su vibración.
Empecé a no “negar” mi dolor, a ser consciente de él y a averiguar de dónde venía. Sorprendentemente era todo emocional.
Comencé a utilizar el Reiki y Ho’oponopono juntos en mi vida cambiando pensamientos y hábitos y obtuve mucha mejoría.
Seguí formándome en más tipos de terapias complementarias:
- Formación completa de Registros Akashicos.
- Método Sedona.
- Par biomagnético.
- Péndulo hebreo.
- Tarot terapeútico.
- Runas de los Sabios
- Liberación emocional.
- Alquimia Crística Transmutadora.
Liberé emociones hasta tal punto que cambié mi vida personal por completo.
Aquella época fue un caos pero con el tiempo, la persistencia de querer sanar y sobretodo siendo resiliente, sané totalmente dejando de lado todos los medicamentos que tomaba.
Decidí que a partir de entonces me iba a dedicar de lleno a estas terapias para así poder acompañar y transmitir mi experiencia a las personas que decidan mejorar en su día a día a obtener un mayor bienestar y con ello ser más felices.
Desde pequeña he tenido muchas experiencias traumáticas, veía cosas que no todo el mundo podía ver, ni podía contar. Tambien sufrí otras experiencias que me marcaron para toda mi vida.
Hace 5 años conocí a Merche, una gran amiga con la que empecé mi camino en el Reiki para poder trabajar en mí y liberarme de lo que tanto me hacía daño.
Aprendí, además, otras terapias energéticas y a comprender muchas cosas de las que me ocurrían.
Empecé el camino de la sanación, a evolucionar, a entender todo lo que veía y sentía, el por qué y para qué de todo.
Todo de la mano de Merche.
Con ella me hice Maestra de Reiki.
A través de estas clases conocí a otro de mis grandes amigos, Vicente alias Meta, quién empezó a explicarme sobre el tema de mi clarividencia.
Hablamos mucho sobre los «Seres de otros planos» y me ayudó a seguir entendiendo mucho de mi mediumnidad, gracias a ello empecé a dejar de tener «miedo» .